Saints-Colts, coraje vs talento

La XLIV Super Bowl que se dirimirá esta noche (00.00 h., Canal +) en el Sun Life Stadium de Miami es, como casi siempre, un duelo de quarterbacks. Los lanzadores son por definición la piedra angular del ataque en fútbol americano, pero en este caso además se trata de hombres de un carácter muy marcado que imprimen un estilo propio al juego de su equipo. Drew Brees contra Peyton Manning y, por extensión, New Orleans Saints contra Indianapolis Colts. Bienvenidos al partido que paralizará América comenzando por la Casa Blanca, desde donde el presidente Barack Obama verá la gran final de la NFL acompañado de soldados estadounidenses heridos en Irak y Afganistán.

Dos cosas parecen claras antes de comenzar el show: por un lado, que será una final de mucha anotación porque ambos rivales son descaradamente ofensivos y tienen a sus estrellas en el juego de ataque; por otro, que los Colts parten como contundentes favoritos porque tienen experiencia en finales –fueron campeones en 2007– y porque cuentan con el quarterback más sólido de la última década, un Peyton Manning que empieza a encaramarse al pedestal que sostiene las leyendas de Joe Montana o Dan Marino.

Brees y sus Saints han llegado al último peldaño de la escalera a base de coraje. Nunca antes, en sus 42 años de historia, la franquicia había alcanzado la Super Bowl y ha sido el quarterback quien ha convertido a un equipo segundón en un conjunto potente y eficaz. Cuando llegó a Nueva Orleans, hace cuatro temporadas, Brees se implicó hasta el tuétano con el club y con una ciudad que mostraba las supurantes cicatrices de la devastación provocada por el huracán Katrina. En este tiempo ha ido asumiendo progresivamente el rol de líder que no tuvo en San Diego y ha crecido en confianza y efectividad, contagiando a sus compañeros. Se complementa a la perfección con el técnico Sean Payton y muestran el orgullo de aquellos que alcanzan la cima entrando por la puerta de servicio: Brees llegóa la NFL en segunda ronda de draft y su receptor estrella, Marques Colston, lo hizo en séptima ronda. Ahora toda la ciudad de Nueva Orleans espera adelantar sus famosos carnavales con un triunfo en la Super Bowl.

Peyton Manning es un talento nato con una mente privilegiada para el juego y un brazo que sabe ejecutar con precisión cada orden. Cuatro veces MVP de la 'regular season' y MVP de la Super Bowl en 2007, ya se le considera uno de los mejores quarterbacks de todos los tiempos y quizá su única laguna sea un palmarés corto, con un solo título de campeón que no le hace justicia.

Corazón 'partío'

El indiscutible jefe de los Colts se encontrará en una encrucijada emocional en este partido. Aunque defiende los colores de Indianapolis, nació en Nueva Orleans; su padre, Archie Manning, fue durante 11 temporadas quarterback de los Saints, y su hermano Cooper es vecino de Drew Brees. Para despejar suspicacias, el padre de la saga Manning ya ha anunciado públicamente que quiere que ganen los Colts porque es su hijo quien se juega un anillo de campeón. Los Manning son una de las familias más ilustres de la historia de la NFL puesto que el tercer hermano, Eli, es el quarterback de los New York Giants y ganó la Super Bowl, con MVP incluido, en 2008.

Los Saints saben que si quieren tener alguna opción de ganar deben desactivar al cerebro rival, pero cortocircuitar el repertorio de Manning es casi imposible. El defensive end Dwight Freeney, un 'cazador de cabezas' cuya especialidad es el sack o placaje al quarterback rival, era el arma con la que contaba New Orleans, pero sufrió una lesión en el tobillo en la final de Conferencia contra los Jets y su participación hoy es muy dudosa.

Las previsiones para esta noche arrojan un 20% de probabilidades de lluvia, que en caso de producirse sería un aliado más para los Colts, que ya ganaron la Super Bowl de 2007 bajo un aguacero y precisamente en Miami.